jueves, 21 de mayo de 2009

Escándalo de los 'falsos positivos'

La Fiscalía colombiana acusa a 17 militares de ejecutar a tres civiles

  • Los jóvenes desaparecieron en agosto del año pasado
  • Unos días después, fueron presentados como guerrilleros muertos en combate
  • Unos 436 militares colombianos están detenidos por los 'falsos positivos'

La Fiscalía General de Colombia presentó este jueves cargos contra 17 militares por la ejecución de tres jóvenes, que fueron presentados como guerrilleros abatidos en combate.

La imputación de cargos por desaparición forzada agravada, homicidio agravado, concierto para delinquir agravado y falsedad ideológica en documento público se hizo en una audiencia celebrada en Soacha (centro), una población próxima a Bogotá.

La fiscal del caso, María Cecilia Jaimes, dijo que los jóvenes desaparecieron entre el 22 y el 23 de agosto del año pasado, tras ser contactados en Soacha por personas que les ofrecieron trabajo.

Los muchachos fueron presentados el 25 de agosto como guerrilleros muertos en combate en una zona distante del noreste del país.

El proceso forma parte de una investigación abierta por la Fiscalía por el caso de cerca de 20 jóvenes que desaparecieron misteriosamente de Soacha el año pasado y fueron encontrados en fosas comunes en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

El Ejército aseguró que se trataba de guerrilleros abatidos en combate, pero el proceso judicial comenzó después de que los familiares de los jóvenes aseguraran que éstos no pertenecían a ningún grupo armado y que desaparecieron después de que una persona les ofreciera trabajo en otro lugar del país.

El caso ya llevó el pasado octubre a la destitución de decenas de militares por parte del presidente colombiano, Álvaro Uribe.

'Tráfico humano'

La semana pasada, en una audiencia en la cual se presentaron los mismos cargos contra otros seis militares, la Fiscalía dijo que el caso de Soacha dejó al descubierto que los uniformados incurrieron en un "tráfico humano" al buscar a jóvenes para matarlos y mostrarlos como guerrilleros abatidos en enfrentamientos.

Estos casos, llamados por la prensa colombiana "falsos positivos", han sido denunciados desde hace años, pero empezaron a llamar la atención desde septiembre pasado por lo sucedido en esa población.

Las investigaciones de la Fiscalía han apuntado desde entonces a la existencia de una red dedicada a reclutar a muchachos de origen humilde para entregarlos a militares que los ejecutaban para ganar reconocimiento de sus superiores o "premios" como días de descanso.

La fiscal Jaimes citó un testimonio que indica que los miembros del Ejército involucrados recolectaban dinero para comprar a grupos paramilitares las armas que ponían en las manos a sus víctimas, con el objetivo de simular un combate.

Según el senador opositor Juan Manuel Galán, que ha promovido en el Congreso varios debates sobre los "falsos positivos", los casos de ejecuciones de ese tipo pueden llegar a entre 1.500 y 2.000 en la última década.

El Programa No Gubernamental de Protección a Defensores de Derechos Humanos señaló este jueves que unos 436 militares están detenidos en el marco de procesos por los llamados "falsos positivos".

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